Nuestra gallina pertenece a la variedad Leghorn ponedora, reconocida por la firmeza y el sabor característico de su carne. Con un peso aproximado de 1,3 kg, se trata de un ave especialmente indicada para la preparación de caldos caseros, ya que aporta una gran intensidad de sabor y una textura inconfundible.

Su carne, más consistente que la del pollo joven, libera al cocinarse una gran cantidad de aromas, convirtiendo cada caldo en una base perfecta para sopas, guisos y recetas tradicionales. Además, es una opción muy apreciada en la cocina de aprovechamiento, donde cada parte del ave se convierte en un ingrediente lleno de matices.

Criada en la provincia de Ávila, esta gallina representa la esencia de la cocina tradicional, siendo la elección ideal para quienes buscan autenticidad y sabor profundo en sus platos caseros.