La pularda es una gallina joven de unos 120 días de vida, muy apreciada en la cocina por la calidad y finura de su carne. Con un peso aproximado de 2,5 kg, se convierte en una de las aves más recomendadas para asar entera al horno, gracias a su textura tierna y su jugosidad natural.

Su crianza se completa con una alimentación final a base de leche, que aporta a la carne un sabor más suave, delicado y aromático, convirtiéndola en una pieza perfecta para celebraciones y platos de alta cocina.

Criada en la región de Aquitania (Francia), la pularda es un ave de gran tradición gastronómica, considerada una opción selecta para quienes buscan un producto exclusivo, sabroso y elegante, ideal para llevar a la mesa en ocasiones especiales.