El ragout de ciervo está compuesto por carne troceada procedente de la pierna y la paletilla, dos cortes que destacan por su sabor intenso y su textura jugosa. Presentado en bolsas de 1 kg en formato congelado, es un producto práctico y listo para usar en todo tipo de elaboraciones.

La temporada de caza del ciervo va de octubre a marzo, aunque gracias a su conservación congelada es posible disfrutarlo durante todo el año. Su carne, magra y aromática, es perfecta para guisos tradicionales, estofados o recetas de cocción lenta, donde libera todo el carácter de la caza mayor y aporta una riqueza de sabor inconfundible.

Procedente de Castilla y Extremadura, el ragout de ciervo es un producto auténtico y lleno de tradición, ideal para quienes buscan una carne natural y versátil con la que preparar platos caseros cargados de personalidad.