El pollo amarillo, procedente de crianza en Galicia, pertenece a la variedad broiler y se caracteriza por su ciclo de vida de unos 40 días. Con un peso aproximado de 2,5 kg, ofrece una carne con poca grasa, pero con un sabor más intenso que el del pollo broiler blanco, lo que lo convierte en una opción muy apreciada en la cocina tradicional.

Gracias a su textura tierna y jugosa, este pollo es ideal para múltiples elaboraciones: desde un asado al horno con patatas y hierbas, hasta guisos caseros con verduras de temporada o a la parrilla, donde su sabor se potencia aún más.

El pollo amarillo de Galicia es una opción saludable, sabrosa y versátil, perfecta para quienes buscan un producto de calidad y más económico que un pollo de corral.